domingo, 5 de enero de 2014

Marca País como estrategia de diferenciación: Caso ARGENTINA


Nos encontramos frente a un mundo que exige, no solo adaptarse a los cambios sino, ser proactivos ante ellos. La globalización no solo se extiende a la cultura, la economía, la política sino al comercio global desarrollando así una mayor red de actores influyentes en donde los países se han visto obligados a competir aún más entre sí. Para hacer frente a la competencia, la estrategia líder en muchos países ha sido la diferenciación. Lo cual incide en una paradoja: la de lograr ser diferentes en un mundo homogéneo y global. En este plano se comienza a proponer a las regiones que resalten sus cualidades intrínsecas al mismo tiempo que se le otorgan beneficios económicos para la generación de productos tangibles e intangibles. Hablamos de proyectos estratégicos a nivel micro para generar un producto macro: el país.

Ahora bien, departimos de la competencia, de países que compiten cada vez más entre sí, pero no para qué lo hacen. La competencia nace en la necesidad de ocupar una mayor cuota en la toma de decisiones a nivel mundial, para la captación de inversiones extranjeras, atracción de turismo, comercialización de productos y otros recursos que cooperen al progreso económico y a la competencia del país, favoreciendo así las relaciones internacionales.

El concepto de Marca País nace enraizada a la necesidad de diferenciación de los sectores públicos y privados y se basa en un diseño donde sus puntos fundamentales son: mejorar la imagen institucional e internacional, difundir las bellezas naturales y promover el turismo, analizar la oferta exportable y diseñar acciones para ver cómo vender productos y servicios y exteriorizar el talento, la ciencia, la cultura, el arte, la música y el deporte. En otras palabras; ser un punto clave en donde la inversión se pueda recuperar a lo largo del tiempo.

La Marca País conforma una serie de puntos significativos que la transforman en una Estrategia Marca País. Una marca funcional que busca expandir su terreno hasta convertirse en una marca experiencia, débase a ello la inclusión del turismo. Como toda marca estratégica de marketing dirigida al mercado global, permite ser un soporte para el lanzamiento internacional de la proyección política, económica y cultural de la nación, una imagen que sea atractiva, acorde y beneficiosa a raíz de su construcción e implementación por medio de los actores que la encararán tanto desde el sector público como del privado. Suponiendo que sin la participación y alianzas entre estos sectores no se tendría el impacto deseado.

La Estrategia Marca País es la unión de trabajo económico y político en una nación. En donde,  sin esta sinergia, no se abarcaría la resolución de problemas estructurales.

En nuestro país, comienza a ponerse en marcha la Estrategia Marca País a través del gobierno de Néstor Kichnner en manos de un equipo por parte del área de Turismo y de la Secretaría de Comunicaciones. El objetivo de cualquier marca país se extiende más allá del turismo, pero en este sostiene gran parte de sus bases. Se construyó así una marca país con el objetivo de promover el turismo y las nuevas inversiones, proyectar la capacidad científica y tecnológica, difundir la cultura argentina y sus industrias creativas y valorizar y difundir el talento argentino como generador de valor agregado.

Mientras en el 2005 se hablaba de turismo, cultura, inversiones e industria bajo los adjetivos de diversidad, singularidad, inversión y conocimiento. En el 2008 se agrega la tecnología, el Medio Ambiente y la educación. Finalizando un 2013 más abstracto que promueve un país con imaginación, exceso, química y capacidad de superación.




La estrategia de Marca País actualmente se encuentra a cargo del INPROTUR (Instituto de Promoción Turística Nacional), el cual a su vez expone otras estrategias arraigas al Turismo en particular como el Plan Estratégico de Turismo Sustentable al 2020 y el Plan de Marketing Internacional Argentina 2012-15, para el posicionamiento y venta de Argentina como destino turístico.

La avocación al turismo se da por ser un sector estratégico para cualquier país a la hora de promocionarse en el exterior. Y el INPROTUR es el representante de la imagen de Argentina en el resto del mundo,  como lo aclara en el Plan de Marketing Internacional Argentina (2012), “como organismo competente de la promoción turística de la Argentina en los mercados internacionales, representa los intereses del sector exportador turístico y es pieza clave en la construcción del modelo turístico del país.” (Pg 13).

Ya finalizando el estudio y entrándonos en las Exigencias de una Marca País, Argentina ha respetado en su diseño y puesta en marcha muchas de ellas. La individualidad, que es el mostrar la particularidad del país. La Pertinencia tipológica y estilística, ya que en su última renovación ha contemplado rasgos del país en su tipología, determinándose como una marca paraguas que abarca amplios sectores de su interior. Capacidad emblemática, en donde la capacidad de superación, la imaginación, el exceso y la química han sabido englobar a este país que lo tiene todo. La Calidad cultural, en la amplia gama de productos tangibles e intangibles que ofrece cada rincón del país y el respeto por la diversidad cultural que junto a otros país latinoamericanos han sabido aprovechar. Y por último, La alta versatilidad, la larga vigencia y los altos rendimientos técnicos son otros de los aspectos y exigencias que Argentina cumple como Marca en el exterior e interior del país.


Twitter @nanniacosta
Twitter @Nico_Cardinaux


jueves, 2 de enero de 2014

Futuros Profesionales en Turismo

Muchas personas son las que me preguntan ¿Qué tal la carrera de turismo? Y me consultan por el plan de estudios, los profesores, la salida laboral... entre otras cosas. No se responder a nada de ello lamentablemente. Pero si puedo hacer un espacio de reflexión que puede que sirva. 

Cuando empecé mis estudios universitarios realmente tenía la intención de estudiar Marketing. Me crie en un negocio familiar y el interés por la capacidad de persuasión que una persona puede tener frente a otra para intervenir en la decisión de su compra siempre fue mi debilidad. De familia media, no contaba con los recursos para pagar una universidad privada que ofreciera un título en marketing y decidí anotarme en la Lic. de turismo de la UNLP de forma opcional. 

El resultado fue gratificante, pase de que me gustara solamente algo (el marketing) a añadirle el turismo a la escala de preferencias. Un campo laboral que se alimenta de una amplia gama de disciplinas, todas ellas, interesantes. Quizás tuve suerte de que me gustara pero aun así siempre mantuve la convicción de estudiar algo que me apasione y en caso contrario darme la opción de cambiar de carrera. Porque ahí radica el secreto del éxito, hacer lo que a uno le guste. 

Recuerdo exactamente profesores de la secundaria que me preguntaban desesperados por qué teniendo capacidades para ser abogada, psicóloga o ingeniera elegía estudiar Turismo. “Porque me gusta” era mi respuesta. Aunque ahora eso ha mutado a una gama de respuestas llenas de amor y mística por lo que hago (aun sin tener el título). Aclaro esto último porque la carrera solo ofrece herramientas para seguir investigando, para tener nociones y sobre todo para ser crítico. El resto es trabajo de uno. 

Cuando uno habla sobre el futuro del trabajo y el turismo se encuentra con un gran vacío de información. Muchos futuros colegas aun estando en el último año de la carrera se preguntan ¿Qué puedo hacer?, la respuesta es: todo. No solo las profesiones que tienen en su nombre “turismo” “turístico” “viajes” “agencia”, sino todo lo que abarque innovación, tecnología, experiencias e investigación. ¿Parece poco?, de hecho no lo es. Pero si requiere de un gran enfoque personal y no dependiente. Y quizás en eso radica su incertidumbre. 


Un mundo hiperconectado, seducido por la innovación continua, ambientalmente responsable, con nuevos paradigmas sociales que respeta la diversidad cultural y que busca vivir nuevas experiencias ¿No es interesante para el turismo? Claro que sí y para su estudio también. Pero para responder a este nuevo mundo se necesita profesionalización y trabajos genuinos. 

Un turismologo necesita saber de todo un poco, pero primordialmente las necesidades de sus clientes (sean destinos, personas o empresas ). Trabajamos con necesidades, con respuestas y siendo pro-activos. No es viajar; es conocer, no es vender; es ofrecer experiencias, No es dar conferencias; es divulgar el conocimiento y atraer la curiosidad. Es ofrecer soluciones, proponer proyectos a largo plazo, entrarse no solo en las necesidades económicas sino sociales y culturales. 

Por eso es importante la profesionalización así como la innovación y el amor por lo que uno elige. Espero que les sirva a todos los que aún se preguntan ¿Qué voy a hacer cuando tenga el titulo? Mi respuesta es empeza: ahora, crea e innova!! No hay un reglamento de lo que se puede hacer, podes hacer de todo. Como le dije a un amigo: son pocos los estudiantes universitarios afortunados que tienen nuestra oportunidad: descubrir.


Les dejo un video muy interesante que resume el futuro del trabajo.


https://www.youtube.com/watch?v=tpwMMyTqBc8

Danna Acosta